El Servicio se desarrolla en tres fases, una primera de orientación y planificación, para detectar necesidades y elaborar los planes individuales; la provisión y prestación de apoyos para las actividades de la vida diaria; y la formación y aprendizaje para el desarrollo y la práctica de habilidades sociales, vida en el hogar, autocuidado, autonomía en el transporte, uso de recursos comunitarios, etc. Se prestarán los apoyos necesarios para promover la emancipación de la persona de una forma no institucionalizada, manteniendo su entorno relacional: en su propio domicilio, compartiendo piso, etc.